Por Washington Cabello
(LIMA, Perú; AFP).- Los cancilleres de 12 países de América y el Caribe suscribieron la «Declaración de Lima» por la que consideran que Venezuela «ya no es una democracia» y «son ilegítimos» los actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ilegitima, denunciada fraudulenta en su elección por la propia empresa Smartmatic, proveedora del sistema electrónico de votación.
La Declaración de Lima, condena además «la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la violencia, la represión y la persecución política, la existencia de presos políticos y la falta de elecciones libres bajo observación internacional independiente».
«Enérgico rechazo a la violencia y cualquier opción que involucre el uso de la fuerza», señala el texto.
El documento establece que los países que la firman sólo reconocerán los actos que según la Constitución de 1999 requieran la aprobación de la Asamblea Nacional cuando ésta efectivamente se la otorgue.
La declaración fue suscrita por los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y México.
También asistieron a la reunión los representantes de Guyana, Granada, Jamaica, Santa Lucía y Uruguay, países que no aparecen mencionados entre los firmantes del texto.
Presentado por el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Ricardo Luna, el documento es la respuesta de 12 países al inicio de los trabajos en Venezuela de la Asamblea Constituyente, un suprapoder conformado exclusivamente por chavistas.
El gobierno de Venezuela, por su parte, acogió este martes en Caracas, una reunión de sus aliados, agrupados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América Latina (ALBA), en la que participaron los cancilleres de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y varias islas del Caribe, quienes demostraron su apoyo al «presidente» Nicolás Maduro.
En ese encuentro, Maduro, salió con la misma «chercha» acostumbrada y dirigida por la rémora cubana, con la diferencia que se extendió (ya que que los países que se respetan, no apañan la delincuencia de Estado) denunció que «Venezuela está siendo agredida por los factores imperiales y las oligarquías latinoamericanas», dijo ahora. agregando a latinoamericanos.
En la Declaración de Lima, se afirma que Venezuela no cumple con los requisitos y obligaciones establecidos por la Organización de Naciones Unidas, (ONU) en materia de derechos humanos y anunciaron su intención de seguir impulsando la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
Los países firmantes manifestaron su preocupación por la crisis humanitaria que vive el país sudamericano y manifestaron su condena al gobierno de Maduro «por no permitir el ingreso de alimentos y medicinas en apoyo al pueblo venezolano».
En el documento acordaron no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales; y llamaron a detener la transferencia de armas hacia Venezuela, sobre la base de los artículos 6 y 7 del Tratado sobre el Comercio de Armas.
Esas normas establecen, entre otras restricciones, que los estados no realizarán transferencias de armas cuando estas puedan ser utilizadas para cometer crímenes de lesa humanidad o para ataques contra civiles.
Sobre este asunto se pronunció este martes, la oficina de Naciones Unidas para los derechos humanos al señalar que agentes de seguridad de Venezuela han usado fuerza excesiva para reprimir las protestas, y que el gobierno de Maduro es responsable de violaciones a los derechos humanos.
La Declaración de Lima incluyo una afirmación de solidaridad y apoyo con la fiscal general del país, Luisa Ortega Díaz y el resto de miembros del Ministerio Público, así como una solicitud de acatamiento a las medidas cautelares de protección que acordó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para proteger a esa alta funcionaria.